La confianza es la nueva sensualidad. ¿Cómo aprovechar ese interior sexy?
Ese lápiz labial rojo en tus labios carnosos puede hacerte sentir sexy, pero lo que es invisible a los ojos es realmente lo que te hace destacar: Confianza en uno mismo.
La idea parece bastante llamativa. Seguro que todos sabemos que la confianza es atractiva, sin embargo, ¿cómo se puede aprovechar ese sexy interior?
Se trata de desafiar las normas culturales de la belleza. Durante siglos, las mujeres han sido sometidas a ideales de belleza que variaron de un cuerpo curvilíneo a un aspecto juvenil, labios delgados a unos carnosos exuberantes, largas ondas sueltas a un peinado corto y con estilo, o de cejas depiladas a unas más tupidas, naturales. En un intento de mantenerse al día con esas normas, las mujeres han atado sus cuerpos en corsés que obstaculizan la respiración y se han quedado hambrientas para encajar en ese vestido de talla cero.
Ya no. Hoy, se insta a las mujeres a ser ellas mismas. ¿Quién podría hacerte eso? Si te gustan los músculos, ponte en el piso y comienza esas flexiones; si quieres acentuar las curvas de la parte trasera, entonces concéntrate más en mantenerlas en lugar de perder unas cuantas pulgadas. Aceptar quien eres y estar cómodo contigo mismo convierte la apariencia física en un rasgo mucho más deseable: La fuerza interior.
Aquí hay siete trucos que le harán sacar el interior sexy, seguro de sí mismo:
- Sintonice el ruido exterior y escúchese usted mismo. Las opiniones de otros no definen quién eres. Aprenda a aceptar su cuerpo con sus características únicas.
- Crea tus propios rituales de autoconfianza . Haz una lista de tus fortalezas y lo que te gusta de ti mismo y practica la autoconversación positiva frente al espejo o mientras conduces. Escribe notas y colócalas en distintos lugares de la casa y léelas a ti mismo para recordar siempre quién eres realmente.
- Practica tomar respiraciones profundas y exhalar antes de entrar en una situación que podría hacerte sentir incómodo o dejar que la duda gane terreno.
- Dedica más tiempo a hacer las cosas en las que eres bueno y que te hacen feliz, o explora y alimenta nuevas aficiones.
- Pasa más tiempo con los que amas.
- Deléitate con algo de tiempo, como un baño de burbujas, una buena lectura, una película.
- Practica el desinterés. Vuélvete hacia aquellos que más lo necesitan, niños, animales, y aléjate del autoenfoque..